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miércoles, 12 de junio de 2013

No es arquitectura, pero entretiene lo mismo.

Hoy me siento obligada a hacer mi primera reseña literaria. Y me siento obligada por mí misma, porque nunca un libro me había dicho: "¡Eh! Diles a todos que me lean!" y si me lo dijo...no existían los blogs, entonces. Así que...vamos a ver qué sale de esto, ¿no? Paso a paso, después de mirar el manual de: Cómo escribir una buena reseña o, al menos, una reseña curiosa para dummies. Allá voy.

1º, la portada:


2º, la ficha técnica:

Título: Croquetas y Wasaps
Autor: Begoña Oro
Editorial: SM
Formato: paperback (no sé bien qué es esto pero estoy segura de que es paperback)

Idioma: Español ni-ni
Páginas: 229
Precio: 9.95 €
Fecha de publicación: 2013


3º, lo demás:


"¿Te has preguntado alguna vez qué quedará de ti cuando no estés? 
Cuando murió, el Padre de Unai dejó una consulta vacía con su nombre en la puerta, dos niños que ya no serían futbolistas y un misterio por resolver.
Cuando murió mi abuela, dejo un cuadro de unos pájaros a medio pintar, tres personas tristes y trece croquetas congeladas".

Eso es sólo el principio del prólogo. Que no es la sinópsis, aunque casi. Este libro habla de Clara, adolescente normal y corriente como cualquier otra, que sí que se lo pregunta un día. Pues ya ves tú, le da por ahí. Porque Clara no para de pensar y pensar y pensar e imaginarse cosas que luego no suceden tal y como le gustaría. A veces se decepciona y a veces, una o dos, descubre que la realidad puede superar su ficción.

Pues todo empieza por Clara contándonos hasta dónde de ridícula puede sentirse una cuando el chico que le gusta dice la típica frase de " Que esto no puede ser, Clara. No estoy preparado para...para...para-así, tres veces «para...para...para», y al final:-. No puede ser". ¡OH DIOS MIO! ¡Se acabó el mundo! Claro... sobre todo si él es el chico más guapo de tu clase. Del colegio entero, si te pones. Porque Lucas Falcón, el guapo, el musculitos, el chico de la sonrisa desarmante, la bolsa de chicles a la salida del súper (que la ves...y te la compras), él... ya no quiere estar con ella. Y así, como un ZAS, se acabó lo que se daba. Y Clara que ni caso a sus amigos ni nada de nada, porque ellos ¿qué sabrán? ¿Sabes? De estas veces que los escuchas y pones buena cara pero que por dentro estás como: "no tienes ni idea de nada". Y María, que todo lo sabe, y Zaera, su novio que más de lo mismo. Y así van pasando los capítulos, mientras Clara nos cuenta sus frustraciones de una manera brutalmente cómica. Así, más o menos como cuando miras atrás y te ríes de lo enfadado que estuviste una vez. 
Y luego también está Unai, que es su amigo de toda la vida. De Clara, María y Zaera, pero no de Lucas. Y que es un rarito y eso, pero que no quita que tenga algo de especial. Es lo contrario a Lucas. Físicamente y de lo otro también, porque es mucho más divertido y mejor amigo que Lucas. Y mola mucho, a mí me ha molado mucho. Porque tiene mucha fantasía, como Clara, y porque hace de la muerte de un padre algo fuera de lo normal. Y quizá esta parte de la novela, en la que tratar "una ausencia" sea así como si nada...sea la que más me haya calado. 

Luego está lo de casa. Lo que pasa con los padres de Clara y el abuelo de Clara. Creo que el abuelo de Clara, un "geropunk" en toda regla es mi personaje favorito en toda esta historia. Porque es un personaje con una chispa brutal que me ha hecho desternillarme en un par de ocasiones y cuando un libro me hace reír,  ya tiene 10 puntos, pero el personaje 300. Además me gusta por mal hablado y porque, como yo, nunca termina lo que emp

Y luego está lo de llorar. Porque te ríes, pero también lloras. Y es muy emotivo, pero no os lo destripo porque sino no lo vais a leer y quiero que lo leáis. Y está tratado en ese mismo tono natural del resto de la novela. Que igual te ríes y de pronto PAF, lloras, y después JAJA te vuelves a mondar. Como las mandarinas, que se mondan. Porque también, además de croquetas, hay mandarinas.

Hay muchas cosas en realidad. Hay halcones, hay lunas llenas, charcos de lluvia, partidos de béisbol, borracheras y también wasaps. Aunque los justos, porque a veces cuando pita demasiado el teléfono te dan ganas de estrellarlo y mandar a tu amigo a la mier... (perdón).

Ahora, poniéndome más seria, hablando de métrica, prosa, narrativa o como sea. El ritmo: rápido y llevadero. Capítulos cortos que te hacen querer leer el siguiente. Y así sí. Descripción: la justa y necesaria, sin pararse en chuminadas que terminan agotando la vista. Trama: Se desarrolla en pocos días, está bastante clara, no te pierdes y es un buen guión. Todo muy ordenadito y que no pierde el hilo, resaltando cosas del principio en el final. Algo así como "Todo esto era por esto otro". Trasfondo: lo tiene, amor, amistad y ausencia. "¿Qué es lo que dejamos cuando nos vamos?". Muy bonito.

Y ahora sí, os recomiendo que lo leáis. Disfrutadlo, reíros, llorad y todo eso. Y además en un ratito, porque si lo cogéis no podréis soltarlo.


Y eso, la parte de atrás...que fue lo primero que vi, esperando encontrar una sinopsis, y me quedé en plan: ¿EIN? He de reconocer que me gusta más por detrás que por delante, que no me convence del todo...mmm...

Espero que os haya gustado mi primera reseña literaria y que no lo haya hecho del todo mal.