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domingo, 18 de mayo de 2014

ATLÉTICO DE MADRID



No es casualidad que cada vez que escribo tu nombre termine escribiendo una de las mejores cosas que escribo. Porque me inspiras.

Porque este año, como tantos otros, no esperaba nada de ti. Porque así somos los del Atleti, que no esperamos nada hasta que estamos rozándolo porque sabemos que empezar la liga diciendo "este año la ganamos" es... raro.

Pero vas y lo consigues. Este año ha sido un año que nos ha enseñado a todos a esperar. A ser pacientes, a ser equipo, a trabajar con todo el corazón puesto en la misma cosa. Este año nos ha enseñado una cosa muy importante: "Todo esfuerzo merece recompensa". Y, sinceramente, para alguien como yo, y como tú que me lees, que trabajamos con mucho tesón para darnos contra la pared una y otra vez, es fuente de esperanza.  Este año nos ha enseñado que hay que ser ambicioso. Y que no hay que arrepentirse de serlo. Que la única manera que hay de conseguir las cosas es ambicionándolas... porque sino no llegan. Este año nos ha enseñado a elegir. Nos ha puesto contra las cuerdas una y otra vez. "Decide: ¿dónde está tu vida? ¿Qué es lo que quieres? ¿Dónde vas?". Yo elegí ya. Este año ha sido el año que ha mutado el "creo que puedo" al "lo he logrado". Este año ha sido el año del fin del mundo para muchos. Porque ahora hay un mañana nuevo, donde sabemos lo que queremos, cómo lo queremos y sabemos que vamos a conseguirlo.

Hace dieciocho años, yo aún no había cumplido los diez años y ya llevaba viendo a mis compañeros del colegio llevar camisetas y bufandas del Real Madrid. Hace dieciochos años las vi de otro color. Y yo no tenía bufanda del Atleti entonces, pero sonreía pensando que era del mejor equipo del mundo. Que no pasaba nada porque no tardaría en volver a verlo. Hace dieciocho años. Pero antes de esto, vi cómo un equipo se recuperaba y subía de segunda, vi cómo tras temporadas vacías se volvía a Europa, vi como se levantaba una copa de nuevo, y otra y después dos más y el año pasado vi como levantábamos una copa en el estadio del eterno rival y ahora, dieciocho años después de aquella liga del 96, he visto como se coronaba a un Atlético Eterno en el campo del mejor club del Siglo XXI.

No me pongo camisetas del Atleti cuando gana, me las pongo prácticamente casi cada día y cuando no la llevo, no importa, porque el escudo lo llevo incorporado en el lado izquierdo de mi pecho. Pero hoy, ojalá, todos los atléticos se pongan su camiseta porque quiero que España, el Mundo, se vea de dos colores, de rojo y blanco.

Y ahora... el sábado que viene. Hace semanas me preguntaba qué quería más: ¿La liga o la Champions? Las dos opciones me tentaban, pero La Liga... era tan complicada, tan bonita y tan brutal. La Champions es haberse medido a los mejores clubes del Mundo... ¡Buf! Hoy te digo, a ti que me lees, que el sábado será una anécdota más de esta vida, pase lo que pase. Que somos del equipo del año, del que ha hecho TODO lo que tenía que hacer. Del que se ha jugado el tipo partido a partido. Final a final. Y que si hemos jugado ya 38 finales de Liga, las de copa, y otras diez o doce de Champions, tenemos la confianza suficiente para hacer una buena final. Pase lo que pase.

Que comienza el fin del mundo. Y que acaba el 24 de mayo de 2014.
¡Preparaos!


"LA DEEEEEEECIIIIIIIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. Aupa Atleti, hijos de puta. Live forever".


"Gracias Luis. Ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Ustedes son mejores que esos".



"Y con 100, 200 y 1000 gatos en la barriga".




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